El blanqueamiento dental es un procedimiento clínico que tiene como objetivo conseguir unos dientes más blancos mediante el empleo de productos químicos que al aplicarlos sobre la superficie dental consiguen un efecto blanqueante sobre la misma tras un periodo de actuación determinado en cada sesión de tratamiento.
Existen diferentes tipos de blanqueamientos dentales, entre ellos el blanqueamiento en clínica y el blanqueamiento ambulatorio.
El blanqueamiento en clínica es una técnica avanzada que consigue concentrar su acción en una o dos sesiones que durarán sobre una hora cada una. Se protegen las encías con un gel protector y se aplica un gel blanqueador a base de peróxido de hidrógeno en altas concentraciones.
El procedimiento de blanqueamiento dental del dentista consta de varios pasos. En primer lugar, se realiza una revisión dental para conocer cómo está la salud bucodental del paciente. A continuación, se realiza una limpieza dental completa. Después se preparan las medidas de seguridad y se aplica el blanqueamiento. Se activa la pasta y se aplica flúor (opcional). Finalmente, se evalúa el resultado y se dan instrucciones posteriores al tratamiento.
Es importante tener en cuenta que el blanqueamiento dental es un tratamiento que, a pesar de obtener generalmente resultados satisfactorios, conlleva una serie de riesgos. Es obligación del dentista informar sobre ellos para que sean considerados previamente a la realización del blanqueamiento dental.